POEMILLAS DEL CUÑAO DOMINGO

Casares tierra quebrada
de cerezos, huertos y olivos,
no quiero que antaño vuelvas
con ese novio querido,
pues a ese novio le llaman de nombre
maldito olvido.


Esos chorros de agua clara,
esos bonitos senderos,
esas cabras ordeñadas
a la luz de los luceros.

Con la luz de los luceros
se regaban los lugares
plagaditos de patatas, hortalizas y frutales.

De cerezos y frutales
de esperanza y de pasión
cuanto te quiero Casares,
Casares de mi corazón

Hurdes bendita tierra,
de montañas y bancales,
de fe, esfuerzo y tesón sus gentes
que no cabe en mil costales.

A TANI EN SU FUNERAL.10/10/11

Anoche, todos perdimos, su mujer, sus hijos, sus nietos, sus hermanos, todos han perdido un pilar importante en sus vidas. Yo he perdido a un amigo, a alguien que siempre tuvo abiertas las puertas de su casa para mi y los míos.
Pero al margen de ser yo una persona más o menos cercana a Tani, hoy Casares, todos nosotros hemos perdido. Se nos ha ido el mejor embajador de Casares en el mundo.
Nos ha dejado el gran defensor de la historia y las costumbres de nuestra tierra.
Se ha marchado un jurdano de pro, orgulloso de serlo, que apuntándose a las nuevas tecnologías ha conseguido que nuestros paisanos que viven fuera hayan podido saber de Casares y de lo que aquí acontecía. Gracias Tani por lo que nos has dado.
Sé que desde ahí arriba siempre estarás dando luz a tu pueblo, a nuestro pueblo.

RECUERDOS CON TANI

Tani Montesol, me ves, este hijo tuyo ha hecho que rompa a llorar, ahora mismo estoy llorando, llorando, después de leer la entrada de tu blogs. Es difícil expresar lo que sinceramente siento por todos vosotros, especialmente por Tani y Angelita (MONTESOL) porque una etapa de mi vida, muy importante y feliz, está marcada por la gran cantidad de tiempo, vivencias que con Ustedes compartí, , me trataron como a uno más de la casa, fueron muchos los detalles: Recuerdo venir a Cáceres e irme a buscar al Seminario para comer con vosotros, ir a Salamanca y decir Mary hoy comemos con vosotros y los pasteles no faltaban, y por supuesto, porque no decirlo, las mil pesetillas tampoco, pero lo mejor es que no era conmigo sólo, a mis hermanas igual, el detalle comer con nosotros y en Navidades coger la furgoneta amarilla y llevarnos a Vegas de Coria a los más jóvenes que no teníamos coche, eso también lo hizo Tani, ir a la Huetre con el dumper, pasaba por la puerta en las Heras, y vamos Patinas, me metía entre las piernas y decía coge el volante, y yo imagínate, más ancho que largo, confiar en mi si se tenían que ir algún sitio para quedarme en el Bar, sin más, tiene un valor extra, no hay palabras, porque eso sí, Él, cerrar las puertas de Montesol era un sufrimiento, sólo por dar servicio, para mi el confiar y darme tal responsabilidad me hacía sentir alguien en el que él también confiaba. Me podría tirar toda la tarde contando vivencias en Montesol o con Él, por ello decirte a ti, Tani hijo, a tus hermanos y por supuesto a Geli que a mi de gracias nada, no hice nada, y de hacer algo poco para lo que Tani Montesol se merece. Gracias a ti Tani Montesol por haberme dado lo que me diste, (material nada, no, sino lo que de Tí aprendí).

DE LA ROMANZANO A LA CABACHUELA

Los huertos medio perdidos, los caminos cerrándose por matojos y zarzas pero con mucha ilusión y al mismo tiempo nostalgia, hoy, 20 de marzo, he recorrido la Romanzano, que pena ver como está el paredón del Nino, como le llamamos en casa, he pasado el puente del puntunito, rompiendo jaras, brezos y zarzas para poder llegar a la piedra que talló el buen amigo Jesús, debido a la erosión que ha sufrido por el paso de los años la fecha en la que realizó la inscripción con su nombre y firma se ha perdido pero el resto permancece, es como si en la distancia y estoy convencido de que así es, seguimos escuchando correr el arroyo y en sueños diciendo, ¡eihh!, cabras pa riba. Un poco más arriba en un charco pequeño recuerdo con un cubo coger los peces que subían del río. También recuerdo estar con las cabras, en este trozo del arroyo, nos solíamos juntar con la Luz o su hermano Emilio, nosotros teníamos dos, la Picalza y la Extremeña, que buena la extremeña, siempre paría tres cabritos, yo fui poco con ellas porque luego las quitarón mis padres y salí al Seminario a estudiar, pero buena piara de ellas había por entonces en el pueblo. Lo primero que nos decían: Tener cuidado que no se metan para lo de Matías y le estropen los frejones y las patatas. Recuerdos y más recuerdos en este trozo de arroyo en el que sus aguas siguen serpenteando las piedras que con trabajo y tesón nuestros antepasados colocaron para sujetar tierra tan buena como aquella que nos dió los alimentos más sanos y naturales que podamos imaginar. Vuelvo hacia atrás, cruzo el puente del puntunito, inicio el camino de las estercaitas y me dispongo a pasar por el puente nuevo hasta coger el camino de la Vega Marcos para subir a la Cabachuela, me costó más trabajo, porque aquí, si que el camino está candado de monte, pero con empeño y ganas un domingo más por la mañana al igual que otros muchos de los que vengo de fin de semana, he subido a la cabachuela, huerto de los primeros en los que se recogieron cerezas, cerezos que sembró mi abuelo Quico, hombre duro y noble, trabajador nato y super cariñoso con nosotros sus nietos, recuerdo que un día me vine con él y no sé como jugando en el regato con las piedras, se me cayó una enorme encima del pie y se me puso de mala manera en un plis plas, la bota de vino era compañera inseparable de fatigas y surcos, fue gritar, ¡aahiii! y allí estaba Él, susurrándome al oido, no pasa nada hijo, esto te le hecho yo un poco vino y la servilleta de la merienda también la empapamos con el vino te lo aprieto y dentro de un rato no tienes nada, la verdad es que al rato seguí teniendo dolor pero la inflamación, se me bajó bastante, por la tarde tuvo que dejar la carga de leña en la cabachuela y a mi me bajó montado en el burro. Hoy han hecho una pista que va bastante más arriba del huerto y he subido hasta ella, el regato baja como nunca, mucha agua, cristalina y limpia, me encanta beber en el pozo de arriba, abarbar, ¡que rica! ¡que buena!

NUESTROS PARTIDOS DE FUTBOL

¿Dónde jugabamos al futbol? Pues si, en la curva de los escobales, en el "cachino" de recta antes de entrar en la curva según bajamos de las Heras, más de una patada nos dimos, (como dirían nuestras abuelas), en las canillas, a cuenta del esférico, recuerdo que los grandes, como decíamos nosotros, nos tenían de recoje pelotas y jugaban los de las Heras y Casares contra los de la Huetre y Jurde, y como se dice en el argoz de las cartas, aquí no se juegan cuerdas, se jugaban cajas de cervezas, que se bebían entre todos al terminar el partido, para los peques también nos daban alguna. La suerte que teníamos es que no había tantos coches como ahora, cuando pasaba alguno, se paraba el partido y luego se seguía jugando, si pasaban varios seguidos se le cantaba el que no pite no pasa, el que no pite no pasa... desde luego eran tiempos de armonía y felicidad, la generación del 71-72 jugabamos también contra los de Asegur, por cierto eramos mejoressss. ¿Recordáis el cotorro que había, la trinchera?, allí nos subíamos para ver, no recuerdo bien pero creo que aquello era de Tío Antonio y tía Bernarda, corregirme sino era así. En homenaje a ese cotorro que por el bien de todos desapareció, a la curva de los escobales que por los siglos de los siglos siempre estará ahí y por supuesto por todos los que allí en algún momento de su vida corrieron tras el balón, esta entrada.La fotografía fue regalo de un amigo, él seguro se acuerda de ella al verla.

ALGUNO DE MIS MUCHÍSIMOS BUENOS RATOS EN LAS HERAS

Esta tarde de 19 de febrero lloviendo a cántaros, como leo en la estación meteorológica del COR, mirando a través del cristal de la ventana, contemplando como el agua hace gorgoritos en el asfalto de la calle, me vienen a la cabeza millones de buenos recuerdos de mi niñez y juventud, y el primero que quería narrar en agradecimiento a los intérpretes, mis buenos amigos Ricardo y Abel, es la ilusión que me hizo el día que celebramos la fiesta de "ir a servir a España", costumbre en nuestro pueblo, la canción que cantan acompañados con sus guitarras, letra de Ricardo, y acordes de los dos colegas. Diría que fue el mejor regalo que me hicieron ese día, perdón, rectifico el mejor regalo, fue, la compañía. Estuve acompañado por toda mi familia y por todos los amigos que se encontraban en el pueblo. A todos: GRACIAS, me lo pasé genial, fue especial, hubo quien curró mucho para que todo saliese bien y lo consiguió, y por supuesto gracias a mis padres, los patrocinadores, anécdotas podría describir varias de esa jornada maravillosa que pasamos todos en las Heras, pero es mejor que no, porque nos estaríamos riendo hasta que dejase de llover. Será mejor contarlas con los protagonistas in situ tomando un Gin Toni en el chiringuito, eso si, sin tirar a Manuel (Chancas) a la piscina.
Pondré alguna foto de ese día pero hoy me apetece poner la letra de la canción que me dedicaron Ricardo y Abel.

LAS HERAS

Mi pueblo

LOCALIZACIÓN

La alquería de Las Heras está situada al Noroeste de Las Hurdes y a 2 Km. al sur de su cabeza de concejo, Casares de Las Hurdes.
Localizado entre los 40º 26´ 20.2”de latitud Norte y los 6º 17´ 2.6”de longitud Oeste y a 550 metros de altitud sobre el nivel del mar.
A Las Heras podemos acceder por la carretera Ex-204 tomando el desvío en Vegas de Coria dirección Nuñomoral, Casares de Las Hurdes (Ex-368). A 2 Km. antes de llegar a Casares de Las Hurdes.

Prácticamente hoy día se ha convertido en un barrio de Casares, eso sí, un barrio en auge, yo diría que a excepción de las promociones inmobiliarias que está llevando a cabo una empresa de fuera de la localidad, en Casares, es la pedanía de todo el concejo en la que en los últimos años se ha seguido construyendo y rehabilitando viviendas por descendientes del municipio, señal de perpetuidad.
Siempre fue uno de los núcleos hurdanos más pequeños. Según el memorial del clérigo González de Manuel, se nos apodaba con el nombre de "Trilliquis", que es lo mismo que "Trilladores".

Lugares
De Las Heras recomiendo la visita de la parte más antigua de la alquería, entre otros el callejón de tía Sinfu, en donde encontramos construcciones típicas de la comarca de Las Hurdes en buen estado de conservación.

Contamos con la piscina municipal para darnos un buen baño, en el paraje conocido como las estercaitas, y mejor aún es bajar al río y simplemente contemplar......

Otro sitio de interés es la Prensa de la Cabachuela, antigüa almazara, en la actualidad un complejo de casas rurales construidas conservando todo el encanto de la arquitectura hurdana, da compañía y luz al molino que durante años sacó el oro líquido de olivos sembrados en huertos y bancales que nuestros antepasados mimaron tanto.

En verano está abierto el bar-chiringuito de la piscina.
También podemos darnos un paseo hasta el centro de Casares y pasar por la casa de la Cultura, visitar las calles del barrio antigüo, el campanario y por supuesto pasar por la tienda Nico y coger para degustar el mejor embutido del mundo.