miércoles, 14 de diciembre de 2011
POEMILLAS DEL CUÑAO DOMINGO
Casares tierra quebrada
de cerezos, huertos y olivos,
no quiero que antaño vuelvas
con ese novio querido,
pues a ese novio le llaman de nombre
maldito olvido.
Esos chorros de agua clara,
esos bonitos senderos,
esas cabras ordeñadas
a la luz de los luceros.
Con la luz de los luceros
se regaban los lugares
plagaditos de patatas, hortalizas y frutales.
De cerezos y frutales
de esperanza y de pasión
cuanto te quiero Casares,
Casares de mi corazón
Hurdes bendita tierra,
de montañas y bancales,
de fe, esfuerzo y tesón sus gentes
que no cabe en mil costales.
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